Se lo considera "el portador de secretos". Son trascendentes, invencibles, revolucionarios, creativos, pensadores, enigmáticos, profundos y transformadores.En su lado negativo son destructivos, inoportunos, estériles, inescrupulosos y desmemoriados.
Este arcano marca que todo en la naturaleza está muriendo y naciendo continuamente. Incluso en los individuos, el transcurso de sus vidas está lleno de muertes y resurrecciones internas que hacen posible la transformación y el crecimiento. En todos los aspectos esto se cumple indefectiblemente. La mente, por ejemplo, está constantemente midiendo, probando replanteando y aprendiendo nuevas variables en la infinidad de funciones que maneja. Cambia, dejando de ser una para pasar a ser otra, en una sucesión de muertes y renacimientos permanentes.
La muerte entonces, desde el Tarot, no es más que una energía transformadora.
Más allá del bien y del mal, estos seres pasan por la vida dispuestos a cambiar internamente una y mil veces si así lo requiere el destino. Le temen muy poco a los cambios y saben adaptar rápidamente a ellos. Es más, no pueden estar mucho tiempo sin cosas nuevas, pues así sienten que se renuevan por dentro y eso los mantiene vivos y con energía para salir adelante en la vida. No se dejan vencer por los obstáculos y tratarán siempre de trascenderlos, cosa que los hace invencibles y difíciles de sucumbir a las depresiones, de las que resurgen matando todo aquello que en su mundo interno causó tal estado. En cada una de estas muertes, que a lo largo de sus vidas pueden llegar a ser miles, se renuevan y producen cambios que asombran a quienes los rodean.
Son altamente revolucionarios y no soportan el conservadurismo. Sin embargo, para cambiar, para construir lo nuevo, se ven obligados a destruir, pero como a lo largo de su andar fueron adquiriendo discernimiento, saben cuáles son las cosas que deberán eliminar y cuáles no.(Horóscopo del Tarot)
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