Historia del Ángel con alas

En el siglo IX a. C., los sirios comenzaron a colocar alas en los hombros de los genios protectores, a pesar de que sus cuerpos parecían demasiado pesados y musculosos para el vuelo celestial. El kari-bú, el ser mitad hombre mitad animal que guarda los edificios, tiene también alas. De igual modo, los antiguos egipcios emplearon alas en seres con cabeza de pájaro que representan el "ba", la parte eterna del alma. Pero probablemente la mayor influencia en la concepción del ángel alado viene de las mitologías griega y romana. Nike, la diosa alada de la victoria (foto), fue adoptada como la Victoria de los romanos, el símbolo del Imperio, imagen que inspira luego a los cristianos y es convertida en el carácter invencible de Cristo. Pero en realidad, la Victoria de Samotracia tiene su origen en el arte sagrado de Egipto y Siria.
El ángel cristiano fue heredado de los hebreos, aunque los judíos prohibían las representaciones de sus conceptos religiosos. Las escrituras canónicas nos suministran la información sobre el aspecto de los ángeles. La Biblia describe a los Serafines y Querubines con alas, pero también dice que los ángeles "vienen", "permanecen" y "parten" sin ofrecer detalles de cómo se mueven. Aparecen como luz y fuego (Enoch, Moisés) y como seres de aspecto humano (Abraham, Tobías, Jacob) que pasan por mortales. El Nuevo Testamento tampoco los muestra alados. Gabriel en la Anunciación simplemente aparece y luego se marcha.
Pero no fue sino hasta el 325 que el Concilio de Nicea convirtió la creencia en los ángeles en parte del dogma. Los ángeles alados se desarrolla a partir del siglo IV y dominan el arte hasta el siglo VI. Luego la imagen reaparece en el arte carolíngeo (siglo VIII) y el románico de Italia y el sur de Francia, volcándose los artistas hacia las religiones paganas como fuente de inspiración, pero principalmente hacia el arte griego y romano. Sus ángeles son hombres adultos sin pronunciadas características
sexuales, casi de apariencia andrógina y con túnicas y mantos de estilo clásicos. Sus alas no son muy pronunciadas, pero se imponen al fin. El arte persa se ve absorbido por el Islam, aunque sus ángeles tienden a ser más pequeños, con las alas más delgadas que la de los cristianos.
Es de destacar la importancia del ángel alado en el arte funerario, donde suelen aparecer a pares, sosteniendo medallas o cruces u otros símbolos ceremoniales. En el siglo XIV, el interés teológico por los ángeles comenzó a decaer e incluso la Inquisición enfocó más su interés en los ángeles caídos, los demonios que tentaban a los hombres. (Del "Libro de los Ángeles" - Rottner)